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Provocadores de Milagros

Lucas 5:17-25

El poder del señor estaba con Jesús para hacer milagros. Debemos ser llenos del Espíritu Santo para ver milagros. ¿A cuantos les gustaría irse alabando a Dios por haber visto milagros?

Existen dos clases de personas: los que buscan milagros y los que provocan magros. Diga: "yo soy un provocador de milagros." Los hombres que llevaron al enfermo (Lucas 5:17-25) provocaron que Jesús hiciera el milagro- ellos accionaron. La casa estaba llena de buscadores de milagros- ¡ellos atrasan! No dejan pasar a los provocadores de magros. Los provocadores de milagros vencen lo imposible.

Ellos becaron solución, nada los detuvo. Nunca andan por debajo, no se arrastran - siempre ven la solución arriba (el techo). "Alzaré mis ojos a los montes...mi socorro viene de Jehová” Mi solución al problema es mirar hacia arriba. Alza tu mirada hacia al cielo- hacia Dios. ¡Los milagros descienden y no suben!

¿Qué debes hacer para convertirte en un provocador de milagros? Los provocadores de milagros rompen techos. ¡Tienes que romper techos! - no tener límites. Los techos son las cosas que te limitan financieramente, espiritualmente, secularmente, etc. El lugar de donde tú seas no puede marcar y estorbar lo que tú puedes hacer. Ve a tus hijos y a tu familia viendo a Dios - haciendo milagros. Toma el desafío de a creer que Dios puede sacarte de donde estás. ¡Tú puedes romper ese techo- esa limitación! Cual es el techo que debes romper?

Hay techos espirituales: el legalismo es un techo. ¡La gente religiosa (buscadores de milagros) ni entra ni dejan entrar! Los provocadores de milagros no pierden el tiempo discutiendo- buscan soluciones e invierten su tiempo en romper límites porque saben que nadie los va a entender.

Los provocadores de milagros buscan a otros provocadores de milagros que los acompañen. Tienes que juntarte con gente que cree que Dios puede hacer que eso que no funciona va a funcionar. Ellos reciben su milagro mientras los demás murmuran y solo abren su boca para alabar a Dios.

¡Atrévete a ser un provocador y no un buscador de milagros y verás las maravillas que Dios hará en tu vida, tu familia y a tu alrededor!